La política del psicoanálisis

Es fundamental sostener nuestra convicción en la vigencia y la especificidad del psicoanálisis como el mejor modo de comprender al sujeto y ayudarlo a aliviar sus padeceres.

Esto en momentos donde predomina en la cultura una tendencia a la objetalización y objetivación creciente, con borramiento del límite entre lo público y lo privado. Precisamente, en ese contexto se redobla el valor del psicoanálisis, como praxis que intenta generar o recuperar en la intimidad,  el espacio para una subjetividad deseante, ante un modelo que objetiva, etiqueta y medicaliza la vida y la muerte.

Para eso, la Institución y la política científica deben ser sostenes y estímulos para que cada uno de nosotros pueda soportar la difícil tarea que nos convoca: psicoanalizar. "

-"Política científica: a partir del descubrimiento freudiano del inconciente y del desarrollo del corpus teórico de su obra, ha habido innumerables aportes, nuevas lecturas y teorizaciones que sin duda, al menos las principales tienen consecuencias para la clínica y la transmisión del psicoanálisis. ¿Cómo pensar entonces el desarrollo de la teoría? ¿Es acaso por aposición, donde lo último sería superador de lo anterior, incluso en el interior de la obra freudiana? Nos inclinamos a un trabajo constante con un punto de partida, tal como Foucault lo plantea con respecto a los fundadores de discursividad: son las relecturas de los textos fundantes del campo, que es freudiano. Lecturas que implican una diferencia, una posibilidad creativa y no una repetición ecolalica de los conceptos, revisando una y otra vez los conceptos fundamentales en una ida y vuelta con la experiencia clínica.

No hay psicoanálisis sin clínica pero, no hay clínica sin la teoría que la soporte. La experiencia clínica fundamenta todo derecho a hablar de psicoanálisis, pero esta implica en un a posteriori el dar cuenta de la posición del analista y sus efectos en el curso de la cura y la posición subjetiva del analizante."

"Es  en este sentido que comprometemos  una política de pluralidad científica, facilitando el  debate sobre las consecuencias de las diferentes relecturas teóricas sobre la praxis, la transmisión y la institucionalización del psicoanálisis. Discusión que, respetando las diferencias de cada posición posibilite para cada uno de nosotros la interrogación acerca de las transferencias propias sobre la teoría y genere preguntas y nuevas respuestas sobre nuestra praxis, que siempre es practica de la dificultad.  

Debate que mantenga la tensión discursiva, intentando atravesar la tensión agresiva propia del narcisisimo de cada uno.  Y generar una transferencia de trabajo y de circulación de la producción individual y grupal."

Dr. Oscar Paulucci