Nos encontramos en un momento particular en el
que una idea propuesta varias veces muchas veces postergada ha vuelto para
interpelarnos: la reforma del 74 pensada para el 2013.
La idea de reforma permanece vigente si es que
verdaderamente queremos convivir en armonía.
La existencia y permanencia de una Institución
es un plebiscito diario, producto de un largo devenir histórico que hace
difícil su cuestionamiento por cualquier gobierno coyuntural. Posiblemente por eso la
postergación de la revisión de los Seminarios que tienen que tener en cuenta fundamentalmente
el tronco freudiano
Una Institución no puede improvisarse, tampoco su ideología.
La nuestra está fundada en el
pluralismo científico y el pluralismo político pero siempre resguardando nuestras raíces freudianas.
Ya hemos dicho que no se trata meramente de
una sumatoria de colegas que conviven pacíficamente sino que se trata de
principios que nos reúnan y nos brinden identidad en el tiempo. Esa imagen no
puede provenir más que de debates acontecidos en el seno de nuestra misma comunidad, para lo que se requiere
de una profunda y sincera imaginación
como sucedió con Mom y los Baranger en el 74.
Nos apoyamos en un hecho de la realidad que es
que APA es la Institución madre lo que se impone como una imagen externa a la comunidad misma. Pero la
imagen de nuestra Institución debe surgir del vasto entramado del debate que
transcurre en la totalidad de la APA, incluyendo sus Filiales. En una época en
que los medios audiovisuales nos permiten acortar distancias es preciso que
podamos pensar en este momento, en nuestro país y en este período que se
abrirá, el lugar del freudismo.
El Psicoanálisis está acechado por el peligro
de la mercantilización de los ambientes Psi. Por eso el principio rector de
nuestra política Institucional es que debe regular un ámbito fundamental para
el forjamiento de nuestra identidad freudiana.
La identidad que constituye a una Institución no
se agota en el recuerdo de hechos a través de los cuales nos identificamos como
una comunidad psicoanalítica, sino de su puesta en juego en relación con un
presente y fundamentalmente hacia un futuro. Esta identidad se construye no
sólo a partir de los hechos, sino
también de los proyectos que van dando forma a los ideales societarios.
Por eso en esta etapa de proyectos y propuestas
es preciso dedicar más atención a
todo aquello que se traduzca en programas originales y novedosos, lo que
generará nuevos espacios y oportunidades en diversas áreas, en especial lo referente al área de transmisión del Psicoanálisis en Seminarios.
Por un lado la creación de un grupo de trabajo
de Reprogramación de Seminarios que responda a los requerimientos específicos
del ámbito que tiene como objeto. Esto podría ser una forma provechosa de
otorgarles un nuevo impulso a dichos cambios.
Dra. Amalia Socci
Dra. Amalia Socci
Esto también incentivaría la imaginación,
basada en la experiencia, que
requiere nuestra idea de una Institución Psicoanalítica del siglo XXI pero sin
olvidar el tronco freudiano para la formación de los aspirantes que
quieran ingresar en nuestro Instituto de Psicoanálisis creado para transmitir
el Psicoanálisis.
Resignificar la formación deviene así un paso
insoslayable para alcanzar la
Institución que queremos, fortaleciendo nuestra identidad freudiana de cara a
nosotros mismos y al exterior basado en un debate abierto.
Es hora que nuestra Institución muestre su
verdadero pluralismo donde hay espacio para múltiples lecturas y corrientes de
pensamiento pero sin dejar de ofrecer la enseñanza freudiana en un lugar privilegiado y luego todos los autores que han enriquecido el
Psicoanálisis incluyendo los de la actualidad inmediata. Tenemos no sólo los
Seminarios de grado sino también los de postgrado ya que uno de los logros de
nuestra Institución es la llamada Formación Permanente.
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